La cubierta del barco
Nosotros cogimos un camarote exterior con 4 camas y aunque la ventana no daba directamente al mar sino a una cubierta donde estaban los botes salvavidas, se agradece poder correr la cortina y ver algo de luz, ya que los camarotes son muy pequeños y pueden llegar a agobiar. Después de dejar los trastos, lo primero que hicimos fue subir a cubierta para ver como zarpaba el barco, la verdad es que impresiona ver como flota y se mueve un chisme tan grande.
El barco , Roma Cruise, no esta nada mal , es bastante nuevo y tiene un restarante self service, otro a la carta, discoteca, casino con ruleta y black jack, piscina, un bar en la cubierta, gimnasio , spa, etc. Comer en el self service no es excesivamente caro, para cuatro personas puede salir por 40€ o 50€, y la comida es aceptable. También se puede tomar algo en el bar de la cubierta, hamburguesas, perritos, pizas, etc.
Después de cenar y tomarnos las pastillitas para el mareo, nos acostamos pronto, las tres primeras horas de la noche dormimos a pierna suelta, pero a partir de las tres o cuatro de la madrugada, el barco empezo a moverse y fué dificil conciliar el sueño, aunque afortunadamente, ninguno de nosotros se mareo.
Por la mañana, si se quiere desayunar en el restaurante, hay estar muy espabildado por que solo abren durante una hora, de 08:30 a 09:30, y como podréis suponer , nosotros no llegamos a tiempo, así que nos dirigimos a la cafetería y tomamos un "capuccino" y un croisan empaquetado incalificable.
Después nos dedicamos a descansar y a preparar la ruta para los siguientes días, ya que nos apetecía vistar un pueblo que nos habían recomendado y que tuvimos que meter en la ruta con calzador, San Gimignano.
Como una hora antes de llegar al puerto, te avisan que tienes que abandonar el camarote y tienes que esperar por donde puedas a que el barco atraque y se empiece a desalojar la bodega.
Imagenes del barco
Salimos del barco sobre las cinco de la tarde y lo primero que nos llamó la atención fue que era practicamente noche cerrada, y todavía nos quedaban 300 km hasta Pisa. La carretera entre Civitavechia y Pisa es una autovia de dos carriles, aunque es bastante mediocre ya que no tiene arcenes y tiene muchos sube y baja y demasiadas curvas, a parte el asfalto esta muy mal conservado. Pero nosotros inasequibles al desaliento tomamos rumbo a Pisa sin pensarlo dos veces. A mitad de camino nos esperaba una buena sorpresa, el auto de Pepe reventó la rueda derecha delantera y tuvimos que hacer una parada de emegencia para cambiar la rueda. Por suerte el reventón se produjo justo cuando pasabamos por una pequeña zona de descanso al borde de la carrtera. Paramos de inmediato y después de unos primeros momentos de desconcierto, Pepe y las chicas hicieron un cambio de rueda que ni Ferrari. Evidentemento yo dirigía toda la operación , o sea sujetaba la linterna.
Sobre las once de la noche llegamos al area de Pisa, que resulta ser una zona vallada de un gran parking, donde hay un par de zonas de carga y descarga, esta en la Via Pietrasantina. Cuando llegamos no había nadie en recepción, así que entramos directamente y nos fuimos a dormir después de una rato de charla. El sitio es muy tranquilo y e ideal para pasar la noche, además esta a escasos 15 mitutos andando de la torre, aunque hay un bus gratuito que te deja en la misma plaza de los milagros . El precio del area son 12 €. Aqui tenéis más información sobre todas las areas italianas : Area Pisa, aunque en el menu del blog tenéis un monton de enlaces donde encontrar información sobre las areas de toda europa.
A la mañana siguiente nos dirigimos a vistar la famosa Piazza dei Miracoli....
El area de Pisa
jo tio termina ya el relato.
ResponderEliminarse me va a olvidar el viaje y no me digas que estas muy liao.
un abrazo. pepe.