La idea de hacer este viaje llevaba madurando un par de años. Ya en verano de 2008 hubo un amago de hacerlo, pero nos dió pereza hacer tantos kilómetros y lo dejamos para más adelante.En verano de 2009 decidimos hacerlo y aquí está el relato, como siempre por capítulos.
Días 11, 12 ,13 y 14 de junio – El largo viaje de ida – Daganzo – Copenhague
Salimos el sábado día 11, “muy tempranito” como siempre, después de hacer los últimos preparativos, a las 12:30 con destino al área de servicio El Cisne que hay en la nacional II poco antes de llegar a Zaragoza. El motivo de tremendo desvío de la ruta razonable, fue que el día anterior , nuestro hijo mayor perdió su documentación viniendo de un campamento en Andorra. Por suerte , un guardia civil encontró la cartera y la entrego a los encargados del área, los cuales, después de contactar con ellos por teléfono se ofrecieron a guardarla hasta que llegáramos el sábado.
Después de esta peripecia, tomamos rumbo a nuestra área preferida de pernocta cuando atravesamos Francia, el Parking de la Duna de Pylat, donde llegamos hacia las nueve de la noche con el tiempo justo para subir a la duna por tercera vez, cenar y descansar plácidamente para afrontar con energías la dura jornada de carretera que nos esperaba al día siguiente.
El domingo nos levantamos muy temprano y salimos del Parking a las ocho de la mañana . Después de repostar en un Super-U cercano gracias a la amabilidad de un Francés que nos presto su tarjeta, entramos en la autopista para tratar de hacer el máximo de kilómetros posibles y pernoctar en algún lugar pasado París a ser posible en Bélgica. Aunque nuestra idea inicial era llegar hasta París sin pagar peajes, sólo pensar en la cantidad de kilómetros que teníamos que hacer nos hizo cambiar de opinión y decidimos ir hacía Poitiers por la N-10 , sin peajes, y después por la autopista de peaje hasta dejar Francia para entrar en Bélgica. La verdad es que la carreteras Francesas, aunque caras, son las mejores que hemos encontrado en todo el viaje y permiten digerir kilómetros sin darse cuenta. Atravesamos París por la A-104 ( la Francilienne) que evita pasar por el centro de París , aunque a costa de hacer algunos kilómetros más.
Sobre las siete de la tarde llegamos al camping municipal de Mons ( Bélgica) , que está situado a poca distancia de la frontera con Francia y muy cerca de la autopista. El camping no es para tirar cohetes, aunque está bien para el precio que tiene ( 20€) y permite dormir tranquilo y fuera de las áreas de autopista, donde no nos gusta pernoctar por el ruido y la seguridad.
El lunes nos levantamos sin prisa, ya que después de la paliza del día anterior, queríamos hacer una jornada corta y a ser posible visitando algo interesante por el camino . Después de desayunar, dejamos el camping con intención de hacer una rápida visita a Colonia, que nos pilla de camino. El paso por Bélgica nos permite descubrir que las carreteras Belgas son con diferencia las peores que nos hemos encontrado, les hace falta una buen capa de asfalto, pero al menos son gratis. Llegamos a Colonia a la hora de comer y buscamos una supuesta área inexistente que nos marca el GPS, aunque vemos señales que nos guían hacia la verdadera área de AC de la ciudad. Nosotros aparcamos en un Parking gratuito que hay fuera del área y nos dirigimos directamente a coger el metro que para justo en frente y lleva a la Catedral. Los billetes se cogen en unas máquinas que hay dentro de los vagones y hay varias opciones para elegir el tipo de billete. Nosotros por las prisas y el desconocimiento sacamos el billete sencillo, pero seguro que hay algún otro que sale más barato. En diez minutos estamos en la catedral y después de una visita rápida y unas cuantas fotos nos dirigimos rápidamente a un Mcdonald que hay en la misma plaza y cuyas hamburguesas están igual de malas que en el resto del mundo. Con el estómago lleno damos un paseo por la zona, pasando por el puente Hohenzollernbrücke, que es el puente por el que más tráfico ferroviario pasa de toda Alemania. Curiosamente la gente deja colgado de la valla candados variopintos como recuerdo de su amor o de lo que sea, el puente está lleno de ellos. Seguramente sea buena idea coger un barquito para dar un paseo por el Rhin, aunque nosotros no tenemos tiempo , hay que hacer unos cuantos kilómetros más antes de que acabe la jornada.
La catedral de Colonia
El puente sobre el Rhin y sus candados
Volvemos al auto en metro y salimos dirección Hannover por la A-2 a ver hasta donde llegamos. Nos cansamos pronto y decidimos buscar un camping para pasar la noche. El más cercano esta en Bielefeld y se llama “Meyer Zu Bentrup”. Al final resultó estar algo alejado de la carretera, unos 15 kms, pero tanto el camping como el lugar donde se encuentra son ideales y debe ser un buen lugar para descansar durante varios días. Además el precio como en la mayoría de los casos desde que se pasan los pirineos esta muy bien (15€).
El martes nos levantamos muy animados, llegaremos a Copenhague y podremos ver algo más que el crudo asfalto de las autopistas. Además pasaremos por el famoso puente de Oresund y podremos dedicar un día completo a hacer turismo que es lo que nos gusta. ( a nosotros, no a los críos ). El viaje transcurre tranquilo y sobre las 20:00 llegamos al area de AC que hay en Copenhague. Aunque en principio pensábamos pasar dos noches en el camping Absalon, decidimos pasar por el área para ver qué tal estaba. Se trata de un Parking enorme que está a lado de un centro comercial y aunque a mi no me gustó, decidimos quedarnos allí por que se puede ir al centro andando. El precio es algo elevado para ser una área : 30€.
El puente de Oresund
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